octubre 12, 2009

Nacido en plena cuenca del Guayas digno hijo de la Perla del Pacífico con temple y madera de guerrero pero el Guayaco es otra historia.

Si hay algo que distingue a Guayaquil de cualquier otra metrópolis moderna es... su Gente! y no es necesario haber visto la primera luz bajo la sombra celeste y blanca de la bandera de la Capital honorífica de los ecuatorianos pues ser guayaco es sentir a Guayaquil corre desbocada por nuestras venas es guayaco y bien guayaco quien hizo de ella su hogar la cuna de sus sueños y el centro de sus anhelos

El guayaco es entradito en carne y camina con prosa Mientras la guayaca lo hace con seguridad y aplomo, con orgullo y dignidad con garbo y desdén.

Usted no es digno de llamarse guayaco si no ha pedido la yapa en el mercado o la rebaja en la bahía y menos será guayaco si no ha disfrutado de su gastronomía en un kiosco o en plena vía pública, sentadito en la vereda, al paso, de pie o por supuesto agachadito.... y como no chupándose los dedos porque Guayaquil colorida urbe es también ciudad de múltiples sabores el encebollado el marisco, el seco de gallina, y hasta la guata y el tallarín pueden que sean glorias culinarias nacidas en otras provincias pero solo en Guayaquil se convirtieron en banderas del verdadero arte culinario local.

Jamás puede considerarse guayaco aquel que en su vocabulario no cuenta con las palabras ñañito, la plena, chiro, chuchaqui, o cualquiera de las otras máximas de nuestro lenguaje común aún desconocida por la real academia de la lengua. Usted no es digno a llamarse guayaco sino ha cantado a puro pulmón Guayaquil de mis amores .... "con tus bellas Guayaquil, Guayaquil de mis ensueños" Nuestro Juramento..."la escribiré con sangre...con tinta sangre del corazón”; y por su puesto Guayaquileño madera de guerrero... "Guayaquileño no hay nadie quien te iguale como hombre coraje lo digo en mi canción...".

Y menos digno de llamarse natural de Guayaquil si nunca ha gritado hasta las lágrimas por los ídolos del Astillero nacidos en el propio corazón del la Sur Oscura y la Boca del Pozo.... Barcelona y Emelec

Ser guayaco es conocer cada rincón de la urbe y enorgullecerse de sus costumbres es recibir al público con la sinceridad de sentirse verdaderamente contento. Usted no es guayaco sino ha hecho sapada por lo menos una vez en la vida sino habla para afuera al puro grito. Usted no es guayaco si no ha cerrado la calle de su barrio para el indor del fin de semana que termina invariablemente al refrescante trago de una cervecita, escuchando por su puesto al ídolo local Julio Jaramillo.
Y no es guayaco si siendo chiquillo no ha espantado a las palomas de castilla en la plaza San Francisco, y quien no ha compartido cualquier bocadillo con las iguanas del parque Seminario....

Estás líneas van especialmente dedicadas a los turistas que a los dos días de haber pasados por el aeropuerto ya son más guayacos que usted y que yo a todo el que estando lejos aún se le hace agua la boca idealizando y rico encebollado y también a aquel que está a punto de embarcarse en un exótico viaje hacia nuestra Santiago de Guayaquil y por supuesto como no al Guayaco....

Por Mónica Carriel… En contacto.